El regreso del Victoria's Secret Fashion Show 2024: Un viaje personal y colectivo hacia el amor propio
Hace alrededor de seis años, aún recuerdo la emoción que sentí al ver el Victoria's Secret Fashion Show en vivo. Para mí, no era solo un desfile de moda; era como ver el estreno de una película, como asistir a un partido de fútbol o a los Juegos Olímpicos. Era un evento que me llenaba de asombro y me transportaba a una mezcla de emociones, de recuerdos, de sueños... y también de inseguridades.
Nunca he sido de idolatrar a nadie, pero siempre he admirado el arte en todas sus formas. Y sí, para mí, el modelaje siempre ha sido un arte: el arte de expresar, de transformar, de mostrar a través del cuerpo lo que otros han creado. No se trata solo de "llevar ropa"; es transmitir emociones, historias, identidades. Sin embargo, para la joven tímida que fui, el modelaje también fue una fuente de deseos y frustraciones.
A los 15 años, soñaba con caminar sobre esas pasarelas, con hacer castings, con ser como ellas, las modelos. Pero había una barrera insuperable: mi cuerpo. No era el cuerpo de un "ángel de Victoria's Secret". A veces, frente al espejo, no veía más que un reflejo que no encajaba con los estándares de belleza que admiraba. Deseaba ese cuerpo que veía en la televisión, en las revistas, en cada desfile… pero no el mío.
Con el tiempo, ese anhelo se convirtió en obsesión, y la obsesión en una batalla. Luchaba con mi propia imagen, con esa voz interna que me decía que mi cuerpo no era suficiente. A los 16 años, había logrado adelgazar, pero aún no me veía como un "ángel". Las caderas eran mi mayor enemigo, y mi mente estaba atrapada en un ciclo interminable de comparaciones. ¿Cómo podía ser exitosa si no cumplía con esas medidas que parecían definir el éxito?
Y aquí viene la parte más dura: el "monstruo", como lo llamo, llegó a mi vida. Ese monstruo invisible que muchas conocemos, que nos consume cuando no logramos ver nuestra verdadera belleza. Me perdí en una búsqueda insaciable por alcanzar un ideal que no era el mío. No era el cuerpo de un "ángel", era un cuerpo que luchaba por ser aceptado.
Hoy, sin embargo, mientras veo el Victoria's Secret Fashion Show 2024, siento una oleada de gratitud y orgullo. Ver esa pasarela llena de diversidad, de cuerpos que reflejan la realidad de tantas mujeres, me llena de esperanza. Me hace pensar en esa joven de 15 años que soñaba con ser como ellas, y me pregunto: ¿Qué hubiera sido de mí si en ese momento hubiera visto lo que hoy se celebra en esta pasarela? Cuerpos tonificados, curvilíneos, altos, bajos... todos con un espacio en este mundo. Porque, como bien dice Paloma Elsesser en su biografía: "Some girls are bigger than others" (“Algunas chicas son más grandes que otras”), y está bien.
Lo que he aprendido es que no se trata de encajar en una talla o en una imagen. Se trata de encontrar aquello que nos hace sentir cómodas, auténticas, en paz con nosotras mismas. No debemos permitir que las expectativas de los demás nos roben la tranquilidad, la seguridad, el amor propio.
Fotografías tomadas de Instagram Vogue magazine
Este desfile me recordó que todas merecemos brillar, que todas merecemos ser vistas tal como somos. Y sí, hoy sonrío al pensar que mi yo del pasado, esa chica que se veía con dureza, quizás no habría sido tan cruel consigo misma si hubiera visto lo que hoy se celebra: la belleza en todas sus formas.
Aplaudo de pie a los creativos detrás de este show, a las modelos que desfilan con confianza, a los estilistas que resaltan la diversidad, y a todos los que hoy se suman a esta revolución. Porque la esencia de Victoria's Secret no son los cuerpos perfectos; somos nosotras, las mujeres, y nosotras somos increíblemente diversas.
Y mientras veo este espectáculo, siento una chispa en mí. Una chispa que me recuerda mi amor por el modelaje, que me impulsa a continuar, a seguir adelante, aunque me hayan cerrado puertas por no ajustarme a los estándares. Sé que habrá marcas que amarán mi cuerpo tal como es, tal como yo aprendo a amarlo día a día. Porque, al final, el verdadero éxito no está en encajar, sino en ser fiel a una misma.
Gracias, Victoria’s Secret, por este show que nos recuerda que la verdadera belleza está en la diversidad, en la confianza y en el amor propio.
— Luisa Álvarez (@luisaalvarez_m)