Un viaje con Dior: la artesanía andaluza que sedujo a Maria Grazia Chiuri

Un road trip por pequeños rincones del sur de España en furgonetas negras de cristales tintados y una misión: encontrar a los aliados perfectos, colaboradores de destrezas extraordinarias dispuestos a comprometerse en un proyecto secreto de altos vuelos. Lo que bien podría parecer el argumento de una superproducción de Hollywood con guiños neorrurales es, sin embargo, el punto de partida de la historia de amor de Dior con Sevilla. Una imponente iniciativa que comenzó varios meses antes del apoteósico desfile de la maison propiedad del grupo LVMH en la Plaza de España de la capital Hispalense, en julio del año pasado, y que no solo coloco a Andalucía en el ojo mediático y del turismo de lujo internacional; sino que reconoció el “savoir-faire” de los talleres españoles y los oficios artesanales a través de una colaboración única con la maison de moda francesa. 

Visita de Maria Grazia Chiuri a la Basílica de la Macarena en Sevilla - Dior




Los orígenes de esta increíble historia se remontan a una serie de misteriosas visitas a humildes talleres tradicionales de la directora creativa de Dior, Maria Grazia Chiuri, acompañada de todo su equipo. Sobre ellas y su posterior colaboración, los artesanos debían mantener todos los detalles a buen recaudo durante meses de intenso trabajo en secreto. La principal artífice del proyecto tenía las ideas claras durante el proceso de “scouting”: hacer viajar su colección Crucero 2023 a España con el primer gran show de una firma internacional en el país, pero inspirándose en su cultura y fraguando un vínculo con su artesanía para reconocer la importancia y el valor de la tradición.

“Gracias a la colección Crucero tengo la oportunidad de aprender más sobre las culturas de una forma mucho más profunda, lo que es muy estimulante. El aspecto más emblemático de Andalucía reside en el teatro y la fiesta. Es lo que más me ha impresionado de España, donde los rituales aún están presentes de una forma muy ligada al sentido de comunidad”, explica la diseñadora italiana al frente de la dirección creativa de la maison desde el año 2016, en un documental sobre su “profunda búsqueda de referencias” para el histórico desfile. “La vestimenta es una parte fundamental del ritual en la cultura andaluza”, añade la creadora sobre el halo de fuerza y misticismo que inspiró la propuesta a medio camino entre el legado de la maison y el folclore español.

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Más allá de su carácter y diseño de lujo, las prendas, que nacieron de referencias al cine de Almodóvar, el cante jondo o la figura de la bailarina de flamenco Carmen Amaya (la primera mujer que vistió ropa de hombre en su oficio), presumen del valor único de haber logrado preservar e inmortalizar técnicas ancestrales y oficios artesanales amenazados de extinción: del bordado en hilos de oro a la confección de mantones de Manila, pasando por la guarnicionería.

Para entender cómo la maison emblema del lujo francés emprendió el improbable viaje de salir al rescate y a la revalorización de la tradición española, FashionNetwork.com emprende el viaje de retrazar los pasos de Maria Grazia Chiuri por las carreteras andaluzas, desde el misterioso primer encuentro con los artesanos, quienes por aquel entonces desconocían la identidad de su potencial y exigente cliente secreto, a las impresiones de los mismos varios meses después de haber rozado el cielo con la punta de los dedos. ¿Cómo ha vivido la artesanía española el “efecto Dior”?

El taller de cuero de Daniel López-Obrero - Dior / Cristina Gomez Ruiz


El cuero de la Calleja de las Flores (Córdoba)



Nuestra ruta comienza en las estrechas callejuelas del centro de Córdoba, a escasos pasos de la joya de la ciudad, la Mezquita-Catedral construida inicialmente en el año 784. En un entorno heredero de la fusión de culturas y religiones, y decorado con macetas de flores sobre las paredes, una casa tradicional de dos plantas alberga desde 1958 un taller tradicional dedicado al trabajo del cuero mediante técnicas artesanales de ornamentación y definición de volúmenes sobre la piel como el repujado o el guadamecil. 

Allí nos recibe un virtuoso del cuero, Daniel López-Obrero, quien regenta el taller fundado por su abuelo, un pintor cordobés que se exilió en Francia durante la Guerra Civil. “Nosotros hacemos de todo”, asegura con naturalidad citando la reciente decoración del interior de un castillo en la región del Loira. El anfitrión nos hace recorrer la casa convertida en taller, enseñando el patio interior de estilo andaluz que cautivó a Maria Grazia Chiuri durante la visita o mostrando las diferentes pieles de vacuno y cordero con las que trabajan, venidas de Palencia o Cataluña. Un cofre y varios bolsos interpretados por el artista romano Pietro Ruffo fueron el resultado de sus servicios a la maison francesa.

“El colaborar con marcas de lujo tiene una gran repercusión a largo plazo y nos ha abierto muchas puertas”, analiza el artesano, recordando una primera colaboración con la española Loewe en el año 2012. “Pero sin duda, la máxima visibilidad que hemos tenido ha sido gracias a Dior. Su gran exigencia ha provocado un enorme aprendizaje que solo se adquiere ante las dificultades”, asegura agradecido el representante de la tercera generación del taller, que en los últimos tiempos ha recibido la llamada de la diseñadora también cordobesa Juana Martin. 

No obstante, el artesano es consciente de las limitaciones de un taller tradicional y prefiere vivir el día a día bajo el ritmo de la creación manual con un pequeño equipo de artesanos. “No somos una gran empresa y es muy difícil encontrar a trabajadores que conozcan el oficio. Un taller como el nuestro no puede crecer mucho, pero es una forma de preservar nuestra esencia”, reivindica, destacando la buena acogida de sus productos de ornamentación y pequeña marroquinería entre los turistas internacionales que visitan su tienda de la Calleja de las Flores.

Bordados de Jesús Rosado - Dior / Cristina Gomez Ruiz


Los bordados de hilo de oro de Écija (Sevilla)



Segunda parada: Écija. Un municipio de 40 000 habitantes situado al este sevillano, conocido como la sartén de Andalucía por las altas temperaturas que puede llegar a registrar en los meses de verano. Un inmenso mantón que vestirá a una de las vírgenes de las procesiones de la próxima Semana Santa sevillana ocupa el espacio central del taller, con varias mujeres bordando minuciosamente sus detalles. Sus manos curtidas por largas horas de trabajo, se mueven creando una exquisita coreografía de agujas y dedales en la que el bordado tridimensional con hilo de oro, que solo es posible dominar mediante la experiencia y unos buenos alicates, parece un delicado juego de niños. A su alrededor, más mujeres ríen y bordan otras piezas únicas, ejecutando con maestría las dificultosas técnicas que han convertido al taller en una de las referencias principales del arte sacro andaluz. 

Apasionada de la iconografía de las “Madonne” (vírgenes, en italiano, ndr) y defensora del rol de las mujeres en la sociedad, Maria Grazia Chiuri se quedó prendada de la magia del taller, que acabó firmando los bordados dorados de la colección, tanto en prendas como una chaqueta peplum o en el emblemático bolso “Lady Dior”.

“Maria Grazia vino a vernos una por una, quería conocernos y saber más sobre la técnica del bordado y nuestro trabajo”, cuentan algunas de las 16 mujeres de todas las edades que trabajan en el atelier, emocionadas ante el reconocimiento de la labor artesanal tantas veces invisibilizada. La colaboración con la maison francesa, que supuso 11 meses de trabajo y necesitó organizar en dos el taller para poder seguir asumiendo los encargos habituales, significó un salto a la alta costura que “nunca antes habrían podido imaginar”.

El responsable de todo esto no es otro que Jesús Rosado, un emprendedor que dio sus primeros pasos en la costura a los 14 años, cuando empezó a aprender la técnica de las monjas en el convento de Las Filipensas hasta acabar cumpliendo el sueño de fundar su propio taller de bordado. “Sin hablar los dos castellano, Maria Grazia y yo dialogamos en el mismo idioma y sentimos el mismo respeto por el oficio. Con esta colección hemos crecido muchísimo y ha supuesto un impulso económico, pero también de formación personal y profesional”, asegura el artesano de personalidad arrolladora. 

Su sobrina, una joven también bordadora del taller, rápidamente se vio obligada a convertirse en responsable polifacética en la colaboración: de mantener largas cadenas de correos con los equipos de Dior, algo completamente nuevo para el taller, a gestionar las redes sociales, que multiplicaron sus seguidores tras el desfile. “Empezamos a recibir  llamadas de marcas y clientes, de Estados Unidos a Japón”, sonríe la joven sin esconder la sorpresa.

“Este proyecto nos ha hecho sentir que formábamos parte de algo muy grande. Ha sido un enorme reconocimiento de la artesanía. Cuando creas para el Vaticano, tu obra solo le importa a los católicos; cuando trabajas para Dior, tienes una ventana abierta, universal y trascendente”, concluye Jesús Rosado, enseñando algunas de las piezas de moda que el taller ha comenzado a crear tras la colaboración. “El arte sacro es nuestro núcleo, pero Dior nos ha hecho creer en nuestras capacidades de diversificación”, sonríe con orgullo.

Nota Extraida de Fashion Network
Lee la nota entera:
https://es.fashionnetwork.com/news/Un-viaje-con-dior-la-artesania-andaluza-que-sedujo-a-maria-grazia-chiuri,1501337.html

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